Entradas

Mostrando entradas de enero, 2005

Pena capital

Imagen
Sí, demasiados días sin escribir nada. Podría excusarme diciendo que no tenía nada especial que decir, esto implicaría que creo que alguien sigue mis comentarios (pecado de soberbia), pero, por otro lado, tampoco es cierto, es más, ya puestos a ser soberbios, creo que tengo muchas cosas que decir. La verdad es que soy muy vago (ups, pereza) y eso hace que me sienta, a veces, como este árbol seco de la Axarquía. Me gustaría ser como esos creadores que tienen la disciplina de sentarse cada día a hacer su trabajo (mmmh, ¿envidia?) aunque sea para destruirlo, mi poca constancia me hace perder la paciencia (vaya, ira), me digo: Gonzalo, que te den (horror, eso debe de ser lujuria). Si no arreglo esto pronto nunca llegaré a tener dinero para vivir como un marqués (claro, avaricia, ya que estamos...). Bueno, voy a comer, no puedo pensar con el estómago vacío... Ya, ya sé, no me lo digas.

Remedios caseros

Imagen
Hablando de zapatos, hay días que uno no debería salir de la cama (ya sé, aparentemente esto no tiene conexión). Quiero decir, hay dias en los que uno procura usar toda su prudencia para no decir la palabra incorrecta en el peor momento posible y ¿qué ocurre?, exactamente eso, que se dice y que el momento es peor de lo que uno se pueda imaginar ¿Cuál es la solución? : Os engañé, no lo sé (a pesar de que soy un experto en meteduras de pata). Tan sólo conozco dos pequeños bálsamos que alivian ligéramente: A) Si las personas ofendidas no os importan no os preocupeis de lo que piensan de vosotros, estarán mas preocupados de lo que vosotros pensais de ellas. B) Si os importan: Pedid disculpas del mejor modo que podais, no sé, escribid algo que no sea muy cursi, colgadlo en un blog y esperad a ver si hay suerte.

Decisiones

Imagen
Vi un reportaje de Lonely Planet que hablaba de unos pueblos al sur de España, sus costumbres, sus casas blancas, sus paisajes... Confieso que me sentí atraido por la idea de vivir en un sitio como el que aparecía en televisón, esos colores serían una gran fuente de inspiración. La cuestión es que ya llevaba un par de años viviendo allí cuando vi ese documental. Así que tomé otra determinación, apagué la tele.

Levántese el pie izquierdo (está junto al otro)

Imagen
He de admitir que soy algo torpe con la elaboración de esta página, bueno todo aprendizaje requiere un tiempo, ahora mismo me encuentro en la fase "Murphy era un optimista", espero pasar a la siguiente: "En caso de que no funcione, pruebe a enchufarlo"

Una excepción

Me dice una buena amiga, sin duda con la mejor de las intenciones, que padezco la enfermedad de la melancolía que, según ella sabe, afecta a los artistas (al menos así se creyó en otros tiempos). No es más que un cumplido inmerecido por el que me sentiría halagado de no ser por que padezco otra enfermedad del alma, la hipocondría o, mejor dicho, la aprensión. Así que ahora tengo una nueva enfermedad que añadir a mi lista de susceptibles de padecer. Por supuesto que bromeo, Churchill decia que un pesimista es aquel que ve una adversidad a cada oportunidad y un optimista el que ve una oportunidad en cada adversidad. Espero que la aprensión sea el único rasgo de pesimismo que me acompañe.

Desde mi ventana

Imagen
Hay algo que me apasiona, que es barato, que casi cada día lo tengo a mano y que, a pesar de repetirse una y otra vez, no me aburre. Creo que soy adicto a las puestas de sol. Es una de las razones por las que me gusta vivir en el campo.

Atándose los zapatos

Este viaje requiere de pocas alforjas, no obstante conviene revisar bien las maletas antes de partir. Una vez que se ha hecho esto se puede proceder con el siguiente paso, buscar un contenedor cercano y abandonarlas. Ya sé lo que tenía, a partir de ahora ya se verá. Uno tiene, a menudo, la sensación de que la mayoría de la gente que le rodea está equivocada o, en su defecto, que es uno mismo el que lo está. Táchese la opción C y D, todos y ninguno estamos equivocados, dicho de otro modo, allá tú.