Sólo de ida
Tratando de no olvidar lo que aprendí me di cuenta que era imprescindible recordarlo, esto es obvio, pero en el caso de que algo hubiera aprendido tenía que esforzarme por que siguiera formando parte de mi vida cotidiana, estuviera donde estuviera. Los latinos decían que quien escribe lee dos veces, ese es el objetivo de este post, leer para recordar. Descubrí que uno no puede escapar de sus demonios, que estos te siguen allá donde vayas, y que lo mejor que se puede hacer en estos casos es encararlos. No fue un gran hallazgo, tampoco lo viví del todo en carne propia, sino que me fijé también en todos los que, tratando de vivir una experiencia similar a la mía, en las montañas, seguían huyendo, pensando que estarían mejor en otro lugar. Yo ya era consciente que tan sólo quería encontrar, que no necesitaba buscar, sino que todo vendría. Comprendí tambien cosas que ya sabía pero que no meditaba, que las diferencias entre nosotros tienen poco que ver con el color del pasaporte, que éste no...